decorando un bastidor, visto en IamaMess blog

Muerte por hastío. Habrá quien diga que soy exagerada, pero de verdad que no. He visto una luz y todo.

decorando un bastidor, visto en IamaMess blog

Mi deseo de hacer algo con un bastidor era genuino. Pero ya sabéis que tengo mente de mono errante y sin entender muy bien cómo, llegué a la última semana con las manos vacías.

¡No pasa nada! Una semana da para mucho. Cuando fui el lunes martes a por un bastidor, con una vaga (vaguísima) idea de lo que quería hacer, me encontré con la tienda cerrada. El miércoles no pude ir…  Jueves, queridísimo jueves y la tienda abierta, pero con cero bastidores. Que no cunda el pánico, encontré otro un poco más tarde.

Media tarde por delante para hacer «algo». Llegados a este punto lo que sea. Como lo mío es el ganchillo, pensé en hacer un copo de nieve y ponerlo ahí. Creo que no he hecho nada tan horroroso en la vida ¡qué cosa tan fea! No le he hecho fotos. Lo he desmontado antes de que alguien vea que he engendrado eso.

Esta entrada no va de hacer algo bonito, va de apañárselas con lo que hay. Y siempre hay algo. Como cuando crees que no tienes nada en la cocina, y con lo que encuentras, te inventas una receta estupenda.

decorando un bastidor, visto en IamaMess blog

Un bastidor, tela de saco de la que uso para envolver algunos pedidos, cuentas de cristal de los cupcakes de crochet, hilos de los de ganchillo y un poco de lana, agujas, hilo de coser y unos trocitos de fieltro… Horas de poca luz y salir a hacer fotos bajo la lluvia ¡Tachán! Algo decente. ¡Uf!

Hasta aquí mi aportación #elretopinterest de noviembre. El domingo espero ver un sin fin de boniteces en la fiesta de enlaces (aquí)

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