Hoy recupero una temática que hacía tiempo que no venía al blog y ya la echaba de menos ¡las musas! Concretamente vengo con «Musas del papel pintado», ya sabéis que me pirra y no me puedo creer que todavía no haya hecho un post decente hablando de decorar muebles con papeles pintados y todo lo que podemos hacer con él.
O cómo arreglar una habitación sin gastar un duro.
Mi casa está llena de asignaturas pendientes. Qué narices, mi vida está llena de asignaturas pendientes y mi casa no iba a ser menos. Pero se acabó, hoy vamos a ver el antes y después de la habitación de invitados.
3, 2, 1 ¡Ya! Comenzamos con los cambios en esta habitación. Ahora sí que sí y ahora ya que ya.
Se trata de la habitación de invitados. Cuando llegamos a esta casa, sabía que vendría mucha gente a vernos (playa, piscina y nosotros que nos morimos de ganas de que vengan, estaba claro ¿no?).
Desde aquí hago un llamamiento a no dejar para mañana (o para dentro de dos años) lo que puedes hacer hoy. En mi caso esto es: pintar la chimenea de mi casa.
En mi casa siempre hubo árbol natural. Cada año mi madre ponía un pedazo de pino bien grande, que se esmeraba en decorar y a mi me encantaba (menos un año que hizo una decoración de papel en lugar de poner bolas, pero eso ya es otra historia). El árbol me gusta mucho más que cualquier otra decoración navideña.