De pronto me doy cuenta de que ya ha pasado una semana. Un nuevo lunes, mi auto promesa de ser constante y bla bla bla y aquí estoy con las manos vacías.

Mientras escribo esto, salta como una liebre un pensamiento: ¡Joder! (es lo que tienen algunos pensamientos, son un poco malhablados) tengo que hacer  la portada de x. Tal y como viene se va, pero la sensación de que algo falla, se queda. En cuanto termine esto me pongo. Miro la mesa y me doy cuenta de que primero tengo que fregar (y ¿dónde está el disco duro?) Esto me pasa por trabajar en el comedor, en lugar del estudio… Pero no estoy en mi estudio porque aún no he puesto una bombilla. Una simple bombilla y la portada estaría hecha ¡mi reino por una bombilla!

bombilla

Pero seamos sinceros, esto viene de siempre. Aunque me pese, la bombilla no tiene nada que ver. El otro día leí un artículo «Aquí y ahora mindfulness» acerca de tranquilizar la mente mediante la meditación. Hablan de esto que tenemos muchas en la cabeza y que por lo visto es «mente de mono o mente errante». Pero en mi borrachera de ideas y velocidad de lectura se quedo como «mente de mono errante».

Así se lo comuniqué a mi churri, muy digna: «niño, tenemos mente de mono errante» sentencié.

avion-papel

¿Cómo empezamos a tranquilizar la mente, si lo primero que necesitamos es tener la mente tranquila?

Que tengáis una feliz semana, que hoy ya es lunes y hay mucho que hacer.

suscribete

Rate this post

Ver más: